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Definición
Del inglés cleanroom (habitación límpia), las salas blancas son habitáculos diseñados para reducir lo máximo posible la contaminación ambiental, que se mide por el número de partículas de sustancias nocivas por metro cúbico de aire, manteniéndola en un nivel controlado y en cualquier caso muy inferior al que se encontraría al aire libre.
La norma que rige este tipo de instalaciones es la ISO 14644, que establece la temperatura, la humedad y la presión como otros de los parámetros importantes que se deben controlar.
Orígenes
Las primeras salas blancas se desarrollaron en la rama hospitalaria cuando microbiólogos de la talla de Pasteur y Koch se dieron cuenta de que el número de infectados en los centros hospitalarios se reducía considerablemente cuando efectuaban una ventilación intensa de las instalaciones.
En la actualidad las salas limpias son imprescindibles en ambientes que requieren de una higiene extraordinaria, garantizando la estanqueidad de los entornos de trabajo.
Funciones
Las salas limpias cumplen estas cuatro funciones principales:
- Evitan la contaminación cruzada: reducen el paso a los aerosoles portadores de contaminación de otras secciones de un mismo espacio
- Protegen los productos intermedios para que éstos no sean degradados por los propios productores
- Protegen frente a contaminaciones externas: protegen productos sensibles de microorganismos que los degradarían
- Protegen frente a aerosoles abrasivos: funcionan como contención frente al paso de partículas de polvo que pueden interferir en proyectos finos
Instalación
La instalación de salas blancas requiere la utilización de paneles sándwich, cuyas principales ventajas son su facilidad y rapidez en el montaje y su facilidad de limpieza.
Los suelos deben ser lisos y resistentes par las operaciones propias a las que deban estar sometidos. Las paredes deben ser lisas y sin hendiduras ni resaltes, con juntas perfectamente estancas para lograr el grado de presurización deseado. El material de las paredes debe solapar con el del suelo y las esquinas deben rematarse con perfiles sanitarios para evitar la acumulación de polvo en ellas. Igualmente, las luminarias, totalmente estancas, deben estar empotradas y enrasadas con el techo.
Sectores de aplicación
Los sectores que requieren el uso de salas blancas son principalmente la industria química, farmacéutica y biológica, así como el sector sanitario (hospitales, clínicas veterinareas, laboratorios, ópticas...). En el sector de productos sanitarios y estético (clínicas de cosmética, cirugía plástica, cirugía dental, cirugía capilar etc.), se instalan salas blancas con el fin de minimizar riesgos en pequeñas intervenciones no invasivas, y asegurar la seguridad en estos tratamientos. En el sector alimentario (empresas de envasado de agua mineral, zumos, leche etc…), el uso de las salas blancas mejora la caducidad del producto y por tanto su vida útil.
Otros sectores que utilizan este tipo de instalaciones para mejorar sus procesos industriales son el de la automoción, el de las manufacturas nanotecnológicas, o el de los envases plásticos.
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